En 1943 el avance de los aliados por los países ocupados es arduo pero inexorable. Los combates se suceden uno tras otro y apenas hay tiempo para tomarse un respiro.
En uno de esos escasos momentos en que las bombas dejan de caer, un soldado norteamericano encuentra una pequeña iglesia en el pueblecito italiano en el que se encuentra.
Poco importa si es creyente, tal vez no lo sea, pero en medio de todo el caos y la destrucción que lo rodea, ha encontrado una luz que parece de esperanza, y a ella le ruega que le conceda la bendición de tener, al menos, un día más de vida.