Obama tiene una limusina Cadillac de 10 toneladas de peso, 5,5 metros de largo, totalmente blindada contra ataques de armas de fuego, cohetes e incluso armas químicas.
En caso de ataque químico, el interior es totalmente sellado y las puertas son de un grosor de unos 20 centímetros y pesan como las de un avión Boeing 747. Apodado como “la bestia” (The beast), incluye:
- un tanque de oxígeno
- sangre lista del propio Obana para una trasfusión inmediata
- cámaras de visión nocturna
- armas de fuego
- teléfono satélite
- wi-fi
- llantas reforzadas con kevlar que le permite seguir circulando y soportar el peso del coche aún pinchadas
- cristal separador de la parte posterior con el chófer (que solo puede bajar Obama)
- chófer entrenado en la CIA para las situaciones más extrañas.
- carrocería antiproyectiles, hecha de aleación de acero, aluminio, cerámica y titanio
- sistema de reciclaje de oxígeno en la parte posterior y delantera
- el tanque de gasolina no explota ni con un impacto directo y está bllindado y relleno de espuma
- cristales reforzados con 12 centímetros de espesor
- el maletero lleva una reserva de oxígeno y extintor de incendios
- la ventana del conductor es la única que se baja y sólo 8 centímetros para pagar en peajes o hablar con agentes de seguridad
Ésta bestia, mitad coche de lujo mitad tanque, se ha diseñado especialmente para el presidente Obama y con él ha viajado por todo el mundo en sus reuniones oficiales. Pero hay algo con lo que el la gran “Bestia” no puede: un badén.
En Irlanda, al salir de la embajada de Estados Unidos (no de América, como se empeñan ellos en decir) en Berlín, se encontró con éste gran enemigo insuperable y así se vió la situación, durante 15 minutos.
Dos años después, tuvo ciertos problemas en Israel y quedó averiado, ya que llenaron el deposito de diesel, en lugar de gasolina.